jueves, 6 de noviembre de 2008

La incoherencia...

Últimamente pienso mucho en la coherencia y la incoherencia de las personas en la vida... En realidad de la honestidad de las personas y, por supuesto, de la mía propia. Hay muchas formas de ser o no ser coherente en la vida pero todas las formas de incoherencia implican cierto grado de engaño, hacia uno mismo o hacia los demás. Ejemplos de incoherentes que me he encontrado últimamente por la vida:

Tipo al que le gusta dorgarse pero su mujer no lo sabe. El caso más extremo fue hace unos meses, dos tipos ya entrados en años, capaces de inventarse excusas para salir a un coche a meterse unas rayas de coca mientras sus mujeres, ajenas a este hecho, permanecían en el bar. ¿Es posible que una persona sea felíz con otra que ni siquiera conoce un aspecto tan importante de la vida de uno? ¿Tal vez piensen que por ocultarlo es más sencillo controlar, como si fueran a meterse menos veces o algo así? Pero... ¿no sería mejor hablar de ello con su pareja y si no comprende que a veces a uno le apetece drogarse y que no es algo malo pues es que igual uno está equivocandose de pareja? Me dieron mucha pena estas cuatro personas, los dos que esnifaban como comentiendo un pecado y sus mujeres que asistían a un extraño ir y venir nervioso de sus hombres...

Cantante hipersensible en el escenario pero que una vez se baja no puede decir dos palabras seguidas que no sean una bastez... Este caso me sorprendió mucho también pero, evidentemente, me pareció menos grabe que el anterior. Aún así me dejó impresionado la capacidad para engañar al público que alguien puede llegar a tener. María, que así se llama la artista en cuestión, llegó a nosotros como la mujer más sensible del mundo, lloró con nuestra música nada más empezar a tocar, cantó con las mejillas húmedas mientras la acompañábamos... pero después descubrí que o bien una vez baja del escenario es incapaz de atreverse a ser así de sensible, o en realidad esa sensibilidad es ficticia... No me importa demasiado, no puedo entender ni defender algo así, creo que defender un modo de estar en un escenario requiere además de defender eso mismo fuera, si no, para mí, en cierto modo, se es un farsante...

Hay más ejemplos de incoherencia pero este ha dejado de ser el momento y el lugar para hacerlo, porque esta incoherencia se está adueñando de mi alrededor... quiero rodearme de personas coherentes por favor, no me importa si son unos macarras, o ultrasensibles, pero necesito saber su verdad para poder quererlos cerca...

1 comentario:

Anónimo dijo...

supongo que hay pocos valientes. yo sé que tu eres uno de ellos. Pero si, apesar de que muchos se ponen el disfraz, o se atribuyen ese adjetivo, no dejan de ser máscaras. cada vez voy desenmascarando a mas valientes postizos.